LA UNICA VERDAD: LA REALIDAD ES EXPLOSIVA

 

Decimos que la situación social es explosiva porque la conflictividad interna se ha agudizado producto del crecimiento de las necesidades sociales y culturales más básicas y de la creciente violencia al interior de las mismas. Las causas de partida, bajísimos salarios y precarización laboral, se ven potenciadas por la inflación cada vez más alta y por el creciente estancamiento económico. La inseguridad laboral y las dificultades para encontrar trabajo aumentan. Junto a esto tenemos “estructuras delictivas o el narcotráfico†ya instaladas y en aumento, articuladas con la corrupción estatal y casi siempre con las diferentes estructuras policiales provinciales o nacionales. Son los sujetos que activan la inseguridad y que se han convertido en un flagelo para la población, especialmente para los más empobrecidos y oprimidos. Para estos no hay seguridad privada, que sólo protege a las “clases medias altas†y que hoy es un negocio floreciente. A todo este cóctel explosivo la policía le tiene que poner límites por que esa es su función. La realidad se complica cuando es la policía (mejor dicho los policías de la calle que son los que tienen que “garantizar el ordenâ€) la que está afectada por los bajos salarios y cada vez más presionada para conseguir (por adicionales o por izquierda) refuerzos para mejorar el salario. En la mayoría de los casos las instituciones policiales de las diferentes provincias han crecido en los marcos de la corrupción, de la arbitrariedad y fuera de todo control público. La sindicalización, que podría ser un camino para blanquear y hacer público los funcionamientos internos, está totalmente prohibida. El autoacuartelamiento se ha convertido en un mecanismo de presión para obtener mejoras salariales. Los policías se retiran de la calle y dejan la “zona liberadaâ€. A partir de ahí se juntan las “estructuras delictivas†que operan como convocantes y los que tienen necesidades reales que ven en esto una oportunidad para hacerse de alimentos u otras mercancías que no podrían comprar. A esto se puede agregar una incitación de la propia policía autoacuartelada o alguna contradicción de tipo político partidario. Pero sin gente con necesidades esto no sería posible. Cuando estas son mayores la situación es más explosiva. Hablar de “movimientos destituyentes†es huír del problema. El punto de partida es solucionar los reclamos básicos urgentes (aumento de emergencia, adelanto de paritarias, bono de fin de año) y para esto la movilización y el paro son el método de lucha más adecuado. A la oposición con peso mediático esto no le gusta porque teme el protagonismo popular. Quiere “soluciones de palacio†y que el pueblo salga a la calle sólo para votar. Por este camino no dejan alternativa a la confrontación legítima. Entonces se impone la violencia del saqueo como método.    
Mesa de Dirección Política « Proyecto Sur » Provincia de Buenos Aires
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