Hoy 9 de Julio es el día de los sueños de nuestros emancipadores. No hay posibilidad de liberación sin los pueblos del continente, sin sus pueblos originarios que encarnaron las banderas emancipadoras en los ejércitos de los sueños de Bolívar, Jose Artigas, Manuel Belgrano, San Martin, d Gúemes, Andres Guazurarí, Juana Arzuduy y tantos otros que se jugaron por ser soberanos, de ser Independientes de todo poder foráneo. Que los pueblos deben decidir sobre su destino, que los bienes comunes naturales sean para el bien-estar general y no para el beneficio de unos pocos, que los pueblos tengan autonomía económica para decidir qué modelo económico es el mejor, que el modelo productivo sea de acuerdo a las necesidades de la población y no de acuerdo al fin de lucro, que los pueblos tengan soberanía política para decidir sobre su cultura, su energía, su sistema de transporte, sobre su sistema de salud, sobre su sistema educativo, que cada individuo puede decidir dónde vivir, como vivir, que los pueblos tengan soberanía alimentaria y así decidir qué comer, como comer. 
Habrá que seguir luchando por los sueños de ayer, por los sueños de siempre, por nuestros sueños!! porque si no terminamos sufriendo las pesadillas que otros nos imponen, sean buitres extranjeros o buitres autóctonos. El desafío es ser protagonista de la historia y no simple espectador. Inventar un país desde lo propio y a pesar de los factores externos que amenazaban el sueño colectivo inconcluso de la igualdad. Remar contra la corriente del poder hegemónico. Para ser felices, hay que lograr hacer realidad aquellas dos palabras, la independencia definitiva y la igualdad. Es tomar conciencia de que nosotros debemos ser protagonistas de aquellos sueños acunados en mayo de 1810, junio de 1815 y julio de 1816. Aquel proyecto político de la revolución de mayo que estaba en el llamado Plan de Operaciones escrito por Mariano Moreno: independencia con igualdad.
El gran objetivo de tipos como Belgrano, San Martín, Güemes, Artigas, Monteagudo, Castelli, Juana Azurduy y el mismísimo primer desaparecido de la historia política, el ya mencionado Moreno. 
Los traidores a la Nación, los mezquinos, oportunistas y corruptos, los avaros, que han permitido que las transaccionales, la banca internacional y los países centrales decidan por nosotros, siguen siendo una minoría. La mayoría amamos a la Nación y nuestro pueblo y somos nosotros lo que debemos unirnos para un fin común que es lograr poner en el trono de la vida cotidiana a la noble igualdad, para vivir con gloria e independientes de cualquier nación de la Tierra y alcanzar LA SEGUNDA, PLURICULTURAL, VERDADERA Y DEFINITIVA INDEPENDENCIA DE LA NACIÓN ARGENTINA.
Felix Fleitas - Edith Martinez