En los medios periodísticos hablan del frio extremo, aunque acorde a esta época del año en buenos aires y en Argentina.
Lo que nadie dice es que aumento la gente en situación de calle en la ciudad de la furia, como llamaba Fito Páez a la ciudad capital de nuestro país.
Duele ver gente, argentinos como vos o yo tirados en el suelo, tapados con una raída frazada, con suerte. Duele ver chicos, jóvenes y ancianos que viven en la calle donde no solo la sociedad ningunea, al mirar para otro lad0 cuando levantan sus mano para pedirte una moneda o en barrio norte la señora bien, tuerce su nariz por "ese olor, que deja en claro dos cosas : el estado de abandono al no poder bañarse y el asco que le da a cierta clase social el pobre.
Los pobres llegan a vivir debajo de esa autopista que lleva al country al rico; mientras los pobres mueren debajo de ella por hipotermia y mala alimentación. Esta situación no la va a solucionar el plato de comida que generosamente los voluntarios arriman a diario cada noche; sino el Estado con una política de inclusión, donde se busque prevenir que la gente llegue a vivir en la calle.
Políticas que generen trabajo digno, sueldos que alcancen para vivir y alimentar una familia o simplemente una persona sola. Políticas que den acceso a la salud sin tener que pagar un dineral. Políticas de Estado que de acceso a la vivienda y evite que tengamos tantos inquilinos que si se quedan sin laburo son echados a la calle.
Por ultimo llena el corazón de alegría y emociona ver la solidaridad de los ciudadanos de a pie de este pais, que dan la ayuda que el Estado niega.


Por: Hernán Roldan